La pregunta más importante
Durante mi segundo semestre en la escuela de enfermería, nuestro profesor nos dio un examen sorpresa. Yo era un estudiante consciente y leí rápidamente todas las preguntas, hasta que leí la última:
"¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?"
Seguramente esto era algún tipo de broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero, ¿cómo iba yo a saber su nombre?
Entregué mi examen, dejando la última pregunta en blanco.
Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen. "Absolutamente", dijo el profesor. "En sus carreras ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes. Ellos merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían y digan: '¡Hola!'
Nunca olvidé esa lección. También aprendí que su nombre era Mercedes. Todos somos importantes.
Me ha gustado mucho este relato...me ha emocionado, he pensado en muchas oportunidades que he tenido y conocido personas aún conservo sus nombres y de algunos he olvidado pero no he olvidado sus sonrisas y el cariño que me han brindado aún sin conocerme y sobre todo lo que he aprendido de ellos.
Cómo se siente una persona cuando lo llaman por su nombre?
Humaniza: en ciertas situaciones, llamar a alguien por su nombre crea un clima de afinidad y calidez, que provoca que la otra persona se sienta importante.
Tranquiliza: especialmente en situaciones tensas, decir el nombre de la otra persona ayuda a aliviar el ambiente, ya que genera una sensación de cercanía.
No solo hay que decirlo sino que hay que sentirlo... que ese sentir sea genuino ❤️
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